La historia que estoy a
punto de contar es real y aunque me ocurrió a mi no dejes de leerla porque las
victimas como yo abundan en este mundo y tu puedes ser la siguiente.
Mi nombre es Cirelda
González Martínez C.I. 7.013.606 y soy un ciudadano común de la Republica de
Venezuela. No soy el más rico ni el más importante personaje del país, solo una
más de las que cada día viven su vida con la misma simplicidad que el resto de
la sociedad.
Descubrí lo que era un
Cartel de la Droga a mis tres años de edad cuando llegaron al pueblo de
Montalbán, Estado Carabobo hampones provenientes de varias regiones del país y
se instalaron en el fundo la california, que es mi propiedad, como peones.
Un cartel es una cofradía
de delincuentes que se apoyan mutuamente y ejecutan labores organizados como si
fuera una empresa. La droga es el delito más redituable de este mundo. Los
miembros son captados desde temprano en la escuela y los hijos de los miembros
del cartel nacen para ser parte de él desde el principio de sus vidas. Aprenden
desde temprano a jibarear y mulear y sobre todo aprenden todos los ritos de la
Santería.
Para nadie es un secreto
que la hechicería es inherente a la droga no solo porque muchos de sus ritos se
practican mediante el uso de ciertas drogas sino porque ella le da a los
miembros del Cartel la ansiada impunidad.
Nadie es tan hábil ni tan
creativo a la hora de transportar como los comerciantes de la droga. Esta puede
ser llevada dentro del cuerpo de las llamadas mulas (Una mula es alguien que
transporta la droga escondida dentro de su cuerpo o en su equipaje) pero hay
muchas otras maneras de transportar la droga. Esta puede ir dentro de la
carrocería de un vehículo, el fuselaje de un avión o en conteiners de doble fondo.
Puede ser mezclada con otras sustancias y etiquetada con un nombre falso y
luego ser depurada al llegar a su destino. Tal vez el método mas escandaloso es
el uso de bebes muertos como maleta. El niño es vaciado rellenado de drogas y
cocido para pasarlo en aeropuertos y aduanas como si estuviera dormido. Allí
también la hechicería cuenta a la hora de ocultar los malos olores.
En la empresa de la droga
se contratan desde abogados, químicos, físicos, ingenieros, choferes y obreros
hasta artistas y modelos pero también prostitutas, amas de casa y gente sin
instrucción alguna. Todo el mundo es susceptible de caer en sus redes. Quien es
miembro de un Cartel es ladrón y es asesino, violador y corruptor de menores,
tratante de blancas y difamador. No hay delito que él no esté dispuesto a cometer
para conseguir sus fines. El acoso y la amenaza son su estilo. Su lugar de
comercio predilecto es el burdel. Para captar a los nuevos miembros destruyen
sus vidas y los difaman de manera que pierdan la credibilidad y el apoyo de los
suyos, los hacen perder el empleo una y otra vez dejándolos a merced de ellos
que los arrastraran hacia el fondo del infierno sin ninguna compasión.
A menudo te rodean de sus
cómplices y se presentan como la solución cada vez que te causan un problema. Te
embrujan y fingen que están intentando sacarte la brujería que otros te hacen.
Dañan tu vida en todas las formas posibles porque desde la miseria y la
desesperación es más fácil hacerte entrar en el submundo que ellos dirigen. Sin
amigos ni dinero, sin nadie que te tienda la mano tarde o temprano caes en sus
redes. De cada cien victimas solo una consigue escapar al cartel.
La droga tiene cómplices
en todas las oficinas del estado en todos los países del mundo: gobernaciones,
alcaldías, prefecturas, cuerpos policiales, grupos militares, hospitales,
universidades, colegios, mercados, empresas, cárceles, centros de
rehabilitación, iglesias. Doquier que vayas ellos están. Encuentran la manera
de alcanzar puestos importantes dentro de las organizaciones para desde ellos
proteger a los suyos y ayudar a causarte daño a ti ciudadano común.
Cultivar la materia prima
requiere de grandes extensiones de terreno que consiguen mediante la amenaza,
el homicidio y la hechicería. En el campo venezolano el hacendado paga la
llamada vacuna que es una exorbitante cantidad de dinero que debe ser aportada
periódicamente al Cartel para conservar la vida de los dueños del fundo y no
ser sometidos a secuestros.
Hasta aquí creo que he
allanado el camino lo suficiente para que entiendas los detalles de la historia
que te voy a contar. Es mi historia y espero que te sirva a ti ciudadano común
y buen cristiano para salvar tu propia vida y la de los tuyos.
Yo nací en Venezuela, en
el seno de una familia tradicional judía que como todos los judíos de esa época
escondía sus creencias por temor a ver el genocidio repetirse en su familia.
Aunque no era obvio cualquiera que supiera doctrina podía inferir nuestras
creencias porque nos alimentábamos y vivíamos como judíos pero sin practicar otro
rito que el sacrificio ya que la guerra mundial aun era un recuerdo fresco en
la memoria de los que la vivieron. Mi mama tenia tanto temor que en una ocasión
entro en la estancia de una casa en el pueblo en la que practicaban Necromancia
y al ver un mesón repleto de cadáveres salió desesperada y corrió por todo el
pueblo dando gritos pidiendo auxilio porque Méndeleev no había muerto estaba
allí y quería matarla. Fue fácil para ellos, después de ese escándalo, fingir
que mi madre estaba enloqueciendo y no había visto nada sino que lo había
alucinado.
El fundo la California abarcaba
una muy grande extensión de tierra, en el cerro de Montalbán, desde antes de la
quebrada de Agua Linda hasta más allá de la mesa; era un fundo cafetalero pero
lo que mi mama quería cultivar era Cacao y como necesitaba peones que
conocieran el nuevo rubro al cartel del centro, producto de una fusión entre el
cartel de la Goajira y el Cartel del Llano, se le hizo fácil instalarse como
peones para desde adentro acabar con nosotros sin levantar sospechas y
adueñarse de la tierra. Pronto comenzaron a practicar ritos de brujería en
nuestra tierra, sin nuestro consentimiento y a cometer delitos cada vez más
graves contra nosotros. Recuerdo, por ejemplo que embrujaron a un peón de
apellido Tarazona mordido de Mapanare, según ellos para salvarlo pero el hombre
poseído y dominado por espíritus malignos tomo un machete y se arrojo sobre los
otros peones para matarlos, mi madre tuvo que obligarlos a quitar la brujería
para poder ella curar al peón. Recuerdo esa experiencia porque posterior a eso
el hombre iba detrás de mi madre a todas partes, cual perro fiel.
A la par que estaban dentro
como peones comenzaron a esparcir rumores de cómo ellos eran los legítimos
dueños y nosotros invasores. En su historia ellos habían ido de vacaciones a
México y al volver de sus 45 días de viaje encontraron que mi madre les había
invadido el fundo que era de mi mama desde hacía ya más de 30 años y una mujer
aseguraba ser hija abandonada por mi madre y pedía a todos que la ayudaran a
arrancarle a mi madre sus bienes porque eran la herencia de ella. Decían que
mama era prostituta y que todas nosotras éramos hijas de padres distintos. En
esos días enfangar el honor de alguien era aun más grave que hoy y en una aldea
de miserables como Montalbán alguien sin honor era presa fácil de toda clase de
malvivientes.
“Divide y vencerás”
siempre ha sido la táctica del Cartel. A la par que difamaban a mi madre le
contaban mentiras a mis hermanas grandes que como todas las muchachas crecidas
en el campo eran fáciles de embaucar. Recuerdo haber oído a uno de ellos
decirle a mi hermana que el Elbeo, lengua antigua (anterior al Hebreo) que hablaba
mi madre no existía sino el Arameo y que para hablarlo había que ser bruja. Que
viera bien a mi madre para que notara que era idéntica a María Leonza; “una
india vulgar es todo lo que era mi mama.” Mi madre era blanca con los rasgos
propios de la mezcla entre andaluces y moros mezclada con judíos. (Yo era ya
adolescente cuando leí la historia de María Leonza ciudadana española violada
por esclavos que se interno desnuda en el bosque dando gritos pidiendo auxilio
y fue devorada por fieras salvajes y en mi biblioteca tengo libros escritos en
el Elbeo que nunca existió).
Paralelo a esto ellos
habían planeado embrujar a mi madre y pasearla desnuda por el pueblo, montada
sobre una Danta, para que los campesinos pensaran que María Leonza se había
mudado de cerro y tuvieran temor de subir a la montaña. El mismo temor que
inspira Sorte con todos sus brujos y la Reina María Leonza paseando por ella.
De esta manera nadie notaria que había Marihuana y Amapolas creciendo en el
cerro. Nuestro fundo se presentaba como una buena mampara porque según ellos;
entre la plantación de Café la Marihuana no se iba a notar y desde los
helicópteros de la policía no se iba a ver la plantación de Amapolas creciendo bajo
la fronda de los arboles de Cacao. Llegaron incluso a conseguir la Danta. Mis
hermanas llegaron a tener terror de mi madre por ser bruja y ya no quisieron
volver a hablar Elbeo.
Se bien que hablar de
brujería es un tanto audaz y que tal vez no me creas porque no es común que
quienes no la practican conozcan el alcance y el poder de la hechicería. Este
es un conocimiento que fue proscrito por Dios y los que sabemos de ella sin ser
brujos a menudo la conocemos porque hemos sido víctimas de hechiceros y hemos
sufrido grandemente intentando salvarnos de nuestros enemigos. No puedo además
probar lo que solo yo siento, oigo o padezco. Es más fácil que me tildes de
loca que obtener tu credibilidad pero así como el que practica la hechicería
como rito lleva tatuajes y marcas en su cuerpo que le confieren el poder que
ostenta el que es víctima de hechiceros lleva marcas que demuestran que ha sido
agredido por brujos. Es común que tiñan con tinta de brujo las zonas del cuerpo
en las que invocaron el daño y que hagan punciones en el cuerpo de la victima
simulando lunares rojos, negros y marrones. A menudo estos lunares forman entre
si triángulos invertidos que es la señal de que se invoco un daño sobre ti.
También escriben letras, palabras completas y símbolos en los cuerpos de sus
víctimas y luego los ocultan cubriendo la zona con tinta de brujo. Lo hacen en
las zonas que se brocean con el sol; cara, cuello, antebrazos, manos, pies y
parte de las piernas porque a menudo la persona no notara que no es bronceada
como esta sino teñida. También lo hacen en zonas que no acostumbramos revisar;
debajo de los senos, dentro de la vulva, en la región perianal y en los
pezones, labios y dentro de la boca. En los genitales masculinos porque como
esa zona es un poco más oscura que el resto del cuerpo puede ser que la persona
no note que ahora es más oscuro y en los dientes porque parecerán manchas
propias de la ingesta de sustancias con bacterias colorimétricas como el café y
el cigarro.
Te preguntaras ¿para qué?
Estos ritos los practica la gente que quiere ser bella y joven y es lo
suficientemente ruin como para acabar con otros en busca de su objetivo. Los
artistas del cine y la televisión practican esta clase de ritos; en la pantalla
venezolana tienen muchos clientes pero en la droga esto sirve para ocultar tu
verdadera identidad y endilgar en otros lo que has hecho tú.
Un brujo puede robar tu
rostro a su antojo y también la apariencia de tu cuerpo, puede robar tu
juventud y también tu salud. Puede lograr que te perviertas y adicciones con ciertos
trabajos como el encanto de Lilith que es un demonio femenino invocado para
prostituir. Puede robar tu memoria para que no recuerdes lo que a el no le
conviene que recuerdes y provocarte enfermedades y grandes dolores e incluso
hacer que te diagnostiquen el mal que tu no padeces y si buscas la opinión de
otros doctores encontraras que estas sano. Puede invocar tu ruina y tu muerte, puede
hacerte caminar dormido para sacarte de casa embrujarte y devolverte a tu cama
sin que te enteres de lo que paso, puede acabar contigo en todas las formas
posibles. Ellos no son amigos de nadie, te causaran todo el daño que has visto
hacerle a otros y en el mejor de los casos por lo mínimo te corromperá. No es
bueno hacer amistad entre los adoradores de Satanás. Pero déjame volver a mi
historia pues no quiero perder la dirección.
Al morir mi padre ellos
convencieron a mis hermanas de que lo habían levantado de la tumba en otro
cuerpo. Tres de ellas, en vez de ir a la escuela, pasaron toda una semana
persiguiendo a un hombre por las calles llorando porque él era su papa que
fingió estar muerto para abandonarnos. Mi madre se entero y tuvo que hacer malabares
para convencer a sus hijas de que papa si estaba muerto. Imagina cuanta
ingenuidad cabe en la cabeza de unas niñas crecidas en medio de un matorral. Yo
recuerdo que lo vi en el funeral y se parecía tanto a mi papa que yo decidí que
lo que estaba en la urna era la piel vieja como si fuera una culebra y que
ahora que estaba tan joven ya no era mi papa pero mire a mi madre que si se
veía vieja y respire con alivio porque esa si era una mama. Lo cierto es que
muerto mi padre acabar con mama era pan comido.
Nos saquearon y robaron
cada día hasta arrastrarnos a la casi total indigencia. Entraban mientras
dormíamos, roban y destruían y a la mañana siguiente nos ofrecían parte de lo
robado como limosna. Sustraían las facturas de las compras que había hecho mi mama
y en la mañana llegaban armando escándalo a obligarnos a pagar por segunda vez
lo que mi madre había comprado de contado a la par que robaban y destruían
nuestras ropas y zapatos para que tuviéramos que vestir en harapos pues así
darían credibilidad a su historia de cómo habíamos invadido el fundo en el que
incluso habían nacido mis hermanas.
El asunto alcanzo matices
insondables cuando supieron que mi padre, antes de morir, había hecho un
denuncio minero por una floración de hierro en nuestras tierras. La entonces
Compañía de Minas VEMICA dijo que había un pequeño filón pero que la beta
formal no existía y que era oneroso explotar una cantidad tan pequeña pero como
había unas cuevas y mi padre había encontrado en ellas hachas de la edad de la
piedra, pinturas rupestres y petroglifos entre el monte en las inmediaciones.
Estas personas aseguraron que lo que había era oro y diamantes y que las cuevas
eran una mina abandonada. Con esa historia consiguieron que todo el pueblo participara
de sus delitos contra nosotros. “Lo que estaba debajo de la tierra era de todos
y debíamos pagarle al pueblo entero su parte de nuestros bienes”
Finalmente, para que mi
mama les firmara le cesión de las tierras. La secuestraron. La envolvieron en
una colchoneta y la apalearon en su octavo mes de embarazo. Luego la amarraron
al techo, parada sobre un rin que estaba dentro de un baldón de agua, pusieron
electricidad en sus pezones y en sus genitales y la violaron con un palo de
escoba. Mi hermanito cayó sobre el rin, vivo todavía. Lo tiraron sobre un mesón
y lo terminaron de matar de un rolazo. Lo que hacían era infructuoso. Mama no
podía cederles la tierra porque estaba a mi nombre y yo era una niña pequeña
amparada por la ley de menores así que la liberaron con la amenaza de que nos
matarían a todas si alguien se llegaba a enterar de que ya no estaba en
embarazo o de lo que le hicieron. Tres años después mi aterrada madre todavía
llevaba una almohada atada al abdomen por orden de ellos. Por último, fingiendo
ser primos nuestros se hicieron de casi todo el dinero que nos quedaba en el
Banco.
Sin dinero para pagar la
peonada la cosecha se perdió y como mis hermanas mayores iban a entrar en la
universidad mama dio orden Oscar Rodríguez Saavedra, quien además de su abogado
era cómplice de nuestros enemigos, de comprarnos una casa en Valencia y obtuvo
un empleo en el Hospital Central a fin de enfrentar nuestra nueva situación. Lo
que nos compro el abogado fue un rancho de vivienda rural a pocos metros del
burdel de Juan Carlos Pérez que en esos días era matroneado por Ana Pinto,
alias Ana Campos. La primera noche nos recibieron con una tormenta de piedras.
Los que convirtieron nuestra vida en un infierno en la aldea estaban allí para
continuar su ruin labor y en ello invirtieron los 15 años que nos costó
levantarnos de nuevo y salir del barrio.
En el barrio los llamaban
los topos porque abrían grandes túneles para cometer sus robos y tantos túneles
abrieron debajo de la cárcel de Tocuyito para entrar y salir a su antojo que
fue necesario meter varias barreras de concreto a su alrededor para tratar de
contenerlos. En los años 70’s ellos construyeron un alambique en la cima del
cerro de Naguanagua al que se llegaba a través de un túnel abierto en el patio
de la casa que quedaba en frente de la mía. Un buen día ellos alquilaron la
casa a una señora joven con dos niños pequeños. De regreso del colegio la
señora me hizo entrar en su patio, me mostro lo que parecía una tanquilla
abierta y me conto que tenía miedo de que se cayeran sus niños. Ella pregunto
si yo sabía a quién recurrir y yo le dije “llame a los bomberos” Los bomberos
avisaron a la DISIP y los detectives recorrieron todo el largo trecho hasta la
cima del cerro sin necesidad de oxigeno. El alambique estaba repleto de droga
procesada y sin procesar y químicos para la elaboración de la misma. La prensa
lo califico como obra maestra de la ingeniería venezolana.
Al igual que en Montalbán
el terror era su arma para espantar curiosos. Los UFOs que desde hacía ya tiempo se decía que
aterrizaban en el cerro eran helicópteros bajando a cargar la droga y la luz
que emitían los extraterrestres era una lamina de latón que marcaba la boca del
alambique para que pudiera ser visto desde el aire. El alijo de droga por el
que alias Ana Campos fue condenada a 20 años de prisión y se le redujo la pena
era de ellos pero los topos han refinado su modus operandi y ahora se les
conoce como el comité para buscar casas. Operan en las iglesias cristianas y ocupan
posiciones de liderazgo dentro de las mismas. Los mormones es el grupo del que
pretendo hablarles pero sé que además operan entre los testigos de Jehová,
adventistas, evangélicos y católicos. Encubren su vida delictuosa y ritos
paganos bajo el hábito de sacerdote del más alto Dios. Lideran en la iglesia,
la comunidad y los cuerpos armados. Desde sus curules es fácil ayudar a otros a
salir impunes de lo que hacen pero también agredir a los miembros, destruir
familias para hacerlas trabajar para ellos. Difamar a las víctimas es fácil cuando
se ocupa lugares de importancia y perdida la credibilidad de la iglesia y la
familia resulta más fácil ser esclavizado. En la ruina y sin nadie que te
tienda la mano tarde o temprano aceptas el empleo.
Mi familia y yo nos
convertimos al cristianismo poco antes de que yo cumpliera 7 años de edad y
algún tiempo después conocimos a los mormones. Ya en esos días el Cartel del
Centro estaba dentro de la iglesia pero su actividad aun no evidenciaba de
manera notoria la pérdida de valores en los miembros de la iglesia. El
evangelio solo les sirvió para refinar sus actividades. Hoy funcionan de manera
similar a la Banda de Corihor que encontramos en el Libro de Mormón y se hacen
llamar el “Comité Para Buscar Casas” Como en los días de Corihor, por donde Ud.
Se mueva estarán ellos para obstruir la justicia y borrar toda prueba de lo que
ocurrió.
Lo que hacen es que te
embrujan, te dopan y te violan en tal circunstancia que no puedas probar tu
inocencia. Sus parientes, encubilados en la iglesia sirven de testigos falsos
de tu depravación. Te difaman y te roban hasta dejarte en la ruina. Su objetivo
principal es tu casa. La van a obtener así sea matándote. Si huyes al
extranjero, generalmente dejas tu casa en manos de un miembro que te hará el
favor de alquilarla pero termina siendo su pariente y tus sales perdiendo. Si
te quedas vivirás en la ruina y el descredito por el resto de tus días. Con lo
robado se van de paseo al extranjero por unos días, desperdician en unas
cuantas horas lo que a ti te tomo toda una vida llegar a tener.
En todos los casos la
víctima es acusada de corrupción de menores porque los violadores siempre son
más jóvenes que la víctima y si no lo son ellos te roban la juventud mediante
ritos de brujería. En todos los casos te colocan al borde de la excomunión o te
excomulgan por completo. Esto con la finalidad de obligarte a convertirte a la santería
desde donde la perversión completa es el acto que sigue. Si logran su objetivo
te meten en la cama un chofer de Taxi, siempre más joven que tu y en calidad de
concubino con el que asistirás a la iglesia fingiendo estar casado porque los
santeros no se casan sino que practican el rito de atadura de manos que usaban
los paganos en la antigüedad.
No pierdas de vista el
hecho de que he dicho chofer de taxi, las victimas dicen “Taxi el Orbi” y
“Unión Transporte Pinto” pero esto te lo voy a contar más adelante.
Se instalan alrededor de
tu casa, tomando turnos como si fuera un empleo y te acosan las 24 horas del
día con la intención de que estés tan agotado físicamente que no solo no puedas
trabajar sino que caigas en un sueño tan profundo que a ellos se les haga fácil
levantarte para entrar en tu casa a robar, destruir, embrujarte y agredirte
físicamente contigo completamente indefenso.
La manera en que realizan
sus ritos es sencillamente asquerosa. Utilizan Semen, excremento, Moco, Orine,
Sangre, Saliva, Pelos, Uñas, tintura de
brujo y otras porquerías. Tras toda le semana agrediéndote el domingo van a la
iglesia a fingir que los decentes son ellos y a difamarte y agredirte con ayuda
de sus cómplices. Algunas de las victimas dejan incluso de creer en Dios y se
inactivan para siempre. El acoso es brutal, no se detendrán hasta conseguir su
objetivo o matarte. Mediante la difamación y el engaño obtienen la cooperación
de tu familia, al final ellos son tus peores enemigos.
La víctima siempre es
acusada de ser esquizofrénica para asegurarse no solo el que no se le respete
ni preste atención a su caso sino la ayuda de gente vil, capaces de cualquier
cosa contra los indefensos. También se les acusa de no tener instrucción
académica porque así obtienen la ayuda de tramposos que acostumbran obtener
lucro a partir de los bienes de quienes no conocen las leyes.
La primera vez que me toco
luchar contra el Comité era una adolescente acabada de salir de la secundaria y
había ido a estudiar en la Universidad de Brigham Young por sugerencia del
obispo Dick Fernández quien me había asegurado que sería la experiencia más
edificante en mi vida. Se instalaron en los alrededores de mi residencia en el
392 North 750 East de Ream apartments en Provo Utah. Lograron incluso ubicar a
dos de sus cómplices en mi apartamento. Desfalcaron mi cuenta en el Zion’s
First National City Bank, robaron y destruyeron mi ropa y mis bienes cada día,
me difamaron a su antojo y cada vez que cometían un delito contra mi enviaban a
alguien a ofrecerme un trabajo ilegal en una fábrica clandestina de ropa que
funcionaba en la casa de una familia peruana, que había vivido en
Valencia-Venezuela y ahora residía en Payson, Utah. Deben haber tenido la
intención de mezclarme en el narcotráfico porque viendo que no lograban su
objetivo y habiendo yo dejado de tratar a todo el que los conociera, me embrujaron
para vengarse de mí.
Regrese a Venezuela y poco
tiempo después me case con un oficial del ejército al que había conocido en mi
periodo de entrenamiento militar. En mi constante ir de un pueblo a otro vi a
muchas miembros fieles de la iglesia caer a manos del Comité, no tenía claro lo
que estaba ocurriendo pero había un modus operandi que se repetía en todas las
víctimas. A la par que agredían a los miembros me difamaban a mí en el cuartel,
agredían a mi esposo y a mis niños, me robaban y embrujaban y siempre
conseguían colar alguna de sus cómplices en la cama de mi marido que no es
mormón y tiene una pésima opinión de los miembros porque ellas se embriagaban y
cohabitaban con él y decían ser mormonas. En una ocasión el me dijo que la
única mormona decente era yo, que todas las demás habían tirado con él.
Lo viví muy de cerca la
segunda vez que me mude a San Cristóbal, Estado Táchira porque sus víctimas
fueron una ex misionera que era muy amiga mía desde los días en que sirvió la
misión y una presidenta de la Sociedad de Socorro que además de ser mi amiga era
mi peluquera y cuidaba a mis niños en las vacaciones escolares. Aun cuando
estuve en el tribunal disciplinario de la presidenta e impedí que la
excomulgaran no tuve muy claro lo extendida de la ruin labor del Comité hasta
que yo misma fui agredida la tercera vez que me mude a Caracas.
Mis agresores son
personeros del gobierno, la Fuerza Armada, DISIP, Policía y empleados de
organismos públicos e instituciones privadas que se sienten apoyados por
parientes suyos que trabajaron para Chávez y cooperaron con él en su intento de
golpe de estado “La Cofradía Santera.”
Lo primero que encontré en
la capilla fue que todos se trataban unos a otros como enemigos, conseguí
sortear la situación y ayudarlos a mejorar la relación entre ellos. Aun no
notaba la relación entre la conducta de mis vecinos y los miembros de la
iglesia. Pronto descubrí que los brujos y prostitutas alrededor de mi casa eran
mormones. Iban a la iglesia, en un horario distinto al mío, con placas de
misionero en su pecho y fingiendo haber ido a entrenar a los misioneros de
regla se mudaban a las residencias misionales, así conseguían captar cómplices
y ubicaban nuevas víctimas. Llevaban ya 17 años ensuciando mi honor de la
manera más ruin.
Un hombre que decía
llamarse Juan Rotelio Rodríguez, a quien yo ni siquiera conozco, aseguraba
haber sido mi marido y tener hijos conmigo y que yo lo había abandonado para
vivir en concubinato con un hombre rico, decía que por eso el no asistía a la
iglesia y visitaba a todos los mormones contando su drama. Una pareja de
truhanes que decían llamarse Juan Carlos Pérez y Cirelda Ana González (esta última
según todas las victimas es la dueña de “Taxi el Orbi”), decían ser los hijos
que yo abandone en el burdel de su padre Juan Carlos Pérez, alias El Diablo
Pérez y que como este los obligaba a tener relaciones sexuales con él y a
prostituirse andaban buscando a la puta que los pario para quitarle todo lo que
tenga pues esa es su herencia. Según ellos mi hijo, idéntico a mi esposo, y mi
hija, muy parecida a mi madre, eran recogidos de la basura para reemplazar a
mis verdaderos hijos y ellos habían sido cambiados en la infancia. Había además
16 hombres, algunos casi de mi misma edad asegurando que yo que tengo 2 hijos
nacidos por cesárea porque no puedo parir, los parí a todos ellos y los
abandone en manos de un proxeneta homosexual que los convirtió a todos en sus
amantes a cambio de la comida que les daba. Según todos ellos, yo que tenía 34
años de edad era una anciana analfabeta, obesa con el pelo teñido de rubio
claro y lentes de contacto azules.
Pronto encontré que
estaban captando nuevas víctimas a través del internet. Se presentaban como un
juego en el que la incauta debía decir llamarse Patricia Kunz y competía contra
Cirelda González por un millonario. Les regalaban las oraciones que debían
hacer cada día para acabar con mi hogar y convertirme en una anciana
desfigurada. En su oración mi hijo debía llegar a ser homosexual y mi hija
prostituta y debíamos perder todos nuestros bienes. Las Patricias se diferenciaban unas de otras en el segundo
apellido. Eran Patricia Kunz Casa, Patricia Kunz Carro, Patricia Kunz Todo,
etc.
Cada vez que una de las
victimas descubría que yo asistía en la Capilla de la Urbanización Las Acacias,
Caracas llegaba a buscarme y su primera sorpresa era que la hermana Cirelda era
una mujer talla 7, de 34 años de edad, cabello castaño, de ojos pardos,
profesional y casada. En nada parecida a la mujer vieja, obesa, de cabello
rubio claro y ojos azules que ellas conocieron en el internet. Todas habían
perdido sus bienes a manos de las personas con las que se juguetearon y estaban
suspendidas en sus derechos de miembro. Excepto yo que no cuadro en el patrón
todas las víctimas fueron mujeres obesas de alrededor de 40 años de edad y
muchas de ellas sabían bien a quien le hacían daño con sus oraciones y
difamación pues me conocían. De hecho cuando algunas señoras que me conocían
del colegio en el que yo era parte de las Damas de la Caridad de San Vicente de
Paul supieron que me costaba caminar y que tenía muchos problemas producto de
la brujería corrieron de vuelta al hechicero que habían usado para retirar sus
trabajos porque ellas nunca pensaron que podían matarme tratando de robar mi
apariencia.
Yo soy la única víctima del comité que no
recibió sanciones de la iglesia. En primer lugar porque no soy parte de las
incautas y en segundo lugar porque mi vida es un libro abierto. Todos los que
me conocen saben que no participo en nada indebido y he hecho todo el bien que
ha estado a mi alcance hacer en este mundo. Siempre he gozado de la estima de
los miembros y cuando me agredieron ellos dejaron de alimentar a los misioneros
inmediatamente en represalia por lo que me hicieron. Si he dicho misioneros;
los miembros del Comité salen a la misión de regla y pasan el tiempo que
deberían dedicar a Dios destruyendo familias mormonas. Colocan grabadores en
los cielos rasos de las capillas para espiar las reuniones privadas de los líderes
y convertir en chisme la vida privada de los miembros cuyos problemas se tratan
en esas reuniones. Inician la historia con un “el obispo anda diciendo” o “la
presidenta me conto” Desde su condición de misioneros es fácil entrar en las
casas de los miembros lo cual les permite elegir mejor a sus víctimas. La edad
no es problema para ellos, agreden ancianas con la misma violencia que mujeres
jóvenes. Si tiene una linda casa o apartamento merece la agresión. He visto
mujeres de más de 70 años de edad desesperadas porque sienten que alguien tiene
relaciones sexuales con ellas y las bendiciones que reciben no funcionan.
El poder del sacerdocio
reside en la dignidad del sacerdote, por esto la víctima es rodeada por los
integrantes del Comité. Sin un sacerdote digno que te bendiga no tienes como
defenderte de tus agresores. Muchos de los misioneros involucrados en el Comité
regresan de la misión en el primer semestre de la misma, siempre asegurando
estar enfermos. Otros han sido expulsados por robo y otras faltas graves pero
eso es en otras regiones, no en el Estado Carabobo en donde casi todos los
miembros son cómplices o víctimas del Comité. Aquí gozan de absoluta impunidad;
ellos son la autoridad dentro y fuera de la iglesia. Nada que hagamos o digamos
las victimas nos acercara a la justicia. Los miembros fieles nada pueden hacer
al respecto ya que como dije antes el liderazgo está en manos de los culpables
y a los decentes no se les permite ni siquiera discursar. Los escasos miembros
decentes que tienen un llamamiento no tienen poder de decisión, solo están allí
para obedecer. Hace más de 10 años que
estoy siendo acosada por el Comité, en todo este tiempo no tuve ni una sola
visita de maestros orientadores ni maestras visitantes. Todo el que ha podido
causarme daño lo ha hecho. Veo a los mormones brujear alrededor de mi casa toda
la semana y el domingo van a la iglesia a seguir en lo suyo. Llegan cargados de
bolsas con encargos de Juan Rotelio Rodríguez para los cómplices. Sus encargos
van desde derramar esta sustancia en la ropa de fulano y romper con esta
hojilla el vestido de aquella persona hasta incluso este es tu discurso para
hoy. Asistir a la iglesia aquí es como asistir a una guarida de delincuentes.
Te roban, te dañan, te embrujan en pleno salón sacramental y nadie hace nada al
respecto y tanto chisme cuentan contra sus víctimas que las familias decentes
ni siquiera se percatan de que la víctima es víctima y no delincuente.
Si a te parece difícil de
creer que un ciudadano común no tenga derecho a dormir tranquilo dentro de su
propia casa, a ir y venir en paz, a tener su casa limpia y en orden, vestir
bien, vivir dignamente; que tantos se confabulen para destruir a un simple
mortal recuerda que dije claro que yo soy solo un ciudadano común y que nunca
he hecho daño gratuito a nadie en este mundo. Hace ya diez años que no duermo
en mi propia cama, paso las noches en vela cuidando a mis hijos y tratando
impedir que los santeros irrumpan en nuestra casa. He visto la traición entre
los míos y he llorando amargamente las decepciones que voy sintiendo.
Me están arrastrando hacia
la indigencia y cada vez que intento defenderme entran en mi casa y roban toda
prueba de que tengo razón y derecho. Los que debieran defenderme; los
ciudadanos de la ley y el orden son cómplices de mis enemigos. Fue así como no
pude recuperar los Bsf. 2.800.000 que me robo el dueño de Arte en Forja, los
4.500.000 que me robo el herrero del Fuerte Paramacay, Francisco Ruiz ni ningún
otro monto que hasta hoy he perdido a manos de los mormones santeros. Y desde
hace ya tiempo me están amenazando con matar a mi hijo si no les regalo mi
casa.
Entre las víctimas del
comité se dice que taxi el orbi es de Cirelda Ana González y mis agresores
dicen que ellos son los dueños. No soy pariente de Cirelda Ana, ni siquiera la
conozco. Sé que nació en el burdel de Juan Carlos Pérez cuando yo tenía 10 años
y que es nieta de alias Ana Campos. Tampoco tengo nada que ver con Juan Carlos
Pérez pero él es un narcotraficante y dirige el cartel del centro junto con
Libardo Parra, Juan Rotelio Rodríguez y Juan Ernesto Menéndez. Ellos son los capos. Las mujeres a la
cabeza del cartel son Milady Rodriguez, María Laura Pinto, Joana Pinto, Carmen Pinto, Carla
Rodríguez, Ana Rodríguez, Ana Batancourt (alias Cirelda Ana), Lisste Parra, Lizbeth Parra, Onelia Villasana, Hadáis Camacho, Amalia Pérez y Amelia Perez, Bárbara Rodriguez, Aitza Rodriguez y una anciana llamada Adalgisa. Luis Verguez es quien lleva gente a la iglesia para que lo ayuden a difamar y perturbar la vida de los miembros. Según dicen los miembros de la
iglesia esa es la familia del Presidente Hoffman y su esposa quienes según
todos dicen son los grandes culpables, lo cual implica entonces que la familia
Harrington, Patricia Kunz, y según me han dicho la familia Hanniec que son los
verdaderos dueños de Taxi el Orbi forman parte de los culpables.
Los muchachos agredidos
generalmente no logran terminar sus estudios porque estas personas pagan para
robar sus notas y descalificarlos académicamente. Casi siempre terminan
trabajando para Taxi el Orbi, Natural Sunshine que según supe cambio su nombre
a Natural Hoffman para evadir responsabilidades, Cooperativa Unión Transporte
Pinto y otras empresas pertenecientes a esas familias. Como dije ellos pagan la
agresión y te ofrecen la solución.
Los muchachos involucrados
generalmente pasan 7 años inactivos y para cuando regresan son ya parte de los
borregos del Cartel. Hay muchos nombres que podría darte pero lo que me
interesa en verdad es pedirte que no formes parte de los que ayudan a torturar
inocentes, especialmente que no te conviertas en el arma que apunta a los
tuyos. Si prestaste atención a mis palabras sabes que es amor incondicional, fe
en ellos y una firme decisión de cuidar a los tuyos lo que necesita tu hijo o
tu hermano en problemas. No lo eches a la calle para que sucumba, guárdalo en
tu casa y cuídalo como a un niño pequeño. Vigila sus faltas y ayúdalo a superarlas.
Amalo y hazle saber que es valioso para ti todos los días de su vida. Los
padres de los culpables trabajan intensamente hombro a hombro con sus hijos en
la destrucción de los buenos cristianos. No los ayudes tú.
Yo no soy su objetivo, han
enfangado mi honor para encubrir sus propios hechos. Han pasado la droga en las
narices de quienes debían detenerlos pero estaban ocupados difamándome y embrujándome
sin ni siquiera conocerme. No les conviene que yo forme parte de los suyos
porque podría hacerme justicia. El objetivo eres tu ciudadano común de
cualquier lugar del mundo que eres lo suficientemente ingenuo como para caer en
sus redes. No creas que si no vives en Venezuela no estás en riesgo. El
narcotráfico es la empresa transnacional más grande del mundo, todos se conocen
entre ellos y hasta son parientes. Sea cual sea tu filiación religiosa cuídate y
cuida a los tuyos. No dejes de asistir eso no es lo que quiero. Simplemente
después de enterar al Presidente Chaves quien murió sin poder hacer nada y al
Presidente Monson a quien le hice llegar esta información a través de la
revista Ensign y sé que la recibió porque la revista me envió un correo
diciendo que la entregaron en sus propias manos he esperado un tiempo
prudencial y hasta ahora no he visto acción alguna tendiente a solucionar lo
que aquí ocurre. He tomado entonces la decisión de informar a los miembros del
mundo para que ellos mismos estén alertas ante la presencia del narcotráfico en
la iglesia de Dios.
No quiero desacreditar la
iglesia por eso he esperado tanto tiempo pero alguien tiene que decir esto o
caerán más victimas. Se lo debo a quienes me amaron y cuidaron. Como dije antes
siempre goce del cariño y el respeto de los miembros. Hubo gente que me amo y
me cuido doquier yo fui. Recuerdo por ejemplo a la hermana Dominga Rodríguez
que fue mi maestra visitante en San Cristóbal; en una época en que yo
estudiaba, tenía dos empleos, dos niños pequeños que atender, un llamamiento en
la estaca y otro en mi propia unidad los primeros domingos. Mi esposo fue
trasladado desde la frontera en muy mal estado y estaba hospitalizado. La
presidenta envió a sus sobrinos a cuidar mis niños para que yo pudiera ir al
hospital ese domingo por la noche. Al volver encontré que los chicos habían
arrojado comida en las paredes, el piso y toda la cocina, los lleve a su casa y
al volver entre en mi mugrienta cocina y senté en el piso a llorar de
desesperación porque realmente aquello era el colmo del stress para mí pero
ella y su compañera llegaron en medio de la noche, limpiaron mi cocina, me
sirvieron manzanilla con galletas, me dieron besos y abrazos como a una niña
pequeña y velaron mi sueño hasta muy tarde ya. No puedo ignorar que personas
como ellas pueden tener a su familia en problemas este día. Si puedo hacer algo
al respecto lo hare y tú me ayudarías grandemente si pasas esta información a
otros para que estén alerta también y protejan a sus hijos de las garras del
narcotráfico. Te repito no dejes de asistir, no le cedas espacio al hampa.
Lucha por sostener los valores morales y espirituales en tu comunidad. Los
lobos rapaces están cazando entre las ovejas, se tu el pastor.
Ten siempre presente a la
hora de argumentar con los tuyos que a una persona en problemas de nada le
sirven los reproches y recriminaciones. Estos funcionan más bien en la manera
que ocurre cuando enfrentamos la infidelidad desde la recriminación y el rencor.
Así como el marido infiel corre a conseguir consuelo en su amante el muchacho
en malos pasos va a buscar distracción en sus malos amigos. La razón por la que
mis hijos están a salvo es que cuando los quiero en casa en lugar de un
reproche o una exigencia horneo una torta y envió un mensaje diciendo cuanto lo
amo y como en casa tengo su pastel favorito esperándolo. Mi hijo aparece en la puerta casi inmediatamente
después.
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